Contribuido por el señor XX-7. Al parecer esto habría sido
como a mediados del año 2005.
Una tarde hice doble penetración con un matrimonio. Por
entonces salía una revista swinger y allí descubrí el aviso. Nos citamos en un restaurante
cercano al departamento de un amigo de ellos. El tipo les prestaba el lugar
para que pudieran hacer tríos. Terminado el almuerzo, nos fuimos al
departamento. Ellos andarían en 35 años, yo en 40.
La tipa era delgadita y él tenía buen cuerpo. Ella castaña y él rubio. Lindos, agradables, se podría agregar. Por momentos él daba la impresión de ser medio putón.
La tipa era delgadita y él tenía buen cuerpo. Ella castaña y él rubio. Lindos, agradables, se podría agregar. Por momentos él daba la impresión de ser medio putón.
Ella se acostó arriba mío y el marido enseguida se la metió
en el trasero. Le decía: ¡ay, que buen culo que tenés, querida! Parece que siempre
se calentaba al verla en cuatro patas. Le gustaba mucho dársela por atrás.
Por la cara que ponía, la mina gozaba con todo... Raro,
porque no muchas gozan por atrás pero ésta parecía más caminada que una
peatonal...
Así que yo frente a ella y por debajo, el tipo por detrás,
ella en medio del sándwich con las piernas bien abiertas con las rodillas bien
afirmadas sobre la cama. Los machos bombeábamos todo lo que podíamos, ella se
movía y gozaba.
Pero lo que la excitó fue que nos preguntáramos con el
marido si nos sentíamos la verga. La puso loca de calentura. Nos decía son unos
hijos de puta, no pueden estar preguntándose eso…
Fue muy bizarro. Los tres acabamos a lo bestias. Pocas veces
acabé como ese día…
(Trío)
No hay comentarios:
Publicar un comentario